10 noviembre, 2008

¡A jugar con Almond!

En la clase de hoy, día 10 de Octubre, se pusieron en práctica los diferentes retos 3 de cada grupo, donde se realizaban dos tareas en función de la clasificación de Almond. Así... comenzamos a jugar con Almond! jeje.

Como hubo algunos grupos que se tuvieron que marchar y también gente que estaba enferma... algunos grupos no estaban completos, asi que las agrupaciones por grupos de 4 no salieron muy bien, sobre todo en nuestro caso, que estaba mi grupo entero más el grupo 20 (creo) con sólo dos componentes... ¿y qué? os preguntaréis... pues que los grupos prepararon sus clases para un número de entre 12 y 18 alumnos/as... pero cuando mi grupo se iba a las diferentes estaciones, tooodos los grupos tuvieron que realizar modificaciones sobre la marcha ¡porque éramos 5! Realmente me hubiera gustado que hubiera mñas gente para jugar, pero por otro lado ha venido bien para que mis compañeros y compañeras adquieran esa capacidad de anticipación o modificación sobre la marcha, que en muchas ocasiones ocurrirá cuando tengamos a nuestro alumnado de Educación Primaria.


Así, los juegos propuestos estában muy bien, cada uno con sus características acordes a la clasificación de Almond, aunque hubo alguno que no se acercaba mucho a esa clasificación, pero no importa, para eso estamos, ¡para aprender!, sobre todo de nuestros propios errores.

Aunque no haya sido yo una de las capitanas de algún grupo para experimentar sobre la marcha las diferntes modificaciones, sí que he aprendido que el docente debe estar siempre atento a eso, porque aunque tu prepares un episodio de enseñanza para 20 alumnos/as, puede que se pongan malos 15, y tienes que estar atenta a esas modificaciones.



Por otro lado, se echó en falta esa organización de la que nos habló Enrique, aunque algún grupo la realizó... por mi parte decir que mi grupo tenía preparado pegatinas de difentes colores, pero al ver cómo era el sistema de rotación para que todos jugaran a nuestro juego, no lo podíamos aplicar... nuevamente podríamos haber utilizado sobre la marcha otro tipo de organización. Y otra cosa que teníamos preparada, es que nuestro juego tenía un para qué... pero ese para qué no adquiere sentido cuando no se le dice al alumnado... hecho que ocurrió, ¡hay que estar muuuuy atento/a a todo! jeje.


En la próxima clase continuaremos con las exposiciones de los juegos de Almond.

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